jueves, 3 de noviembre de 2011

Cursa El Pont de Vilomara by Raül

Después de una semana un poco ajetreada, con visita relámpago de 2 días a Sevilla incluido, por fin llega el día de la cursa. No os voy a engañar cuando os digo que ya estaba ansioso por competir de nuevo. Desde la cursa de la Mercé que no lo hacía.
Esta cursa también es especial, pues es el debut oficial del Roger. Su primera cursa. Me reconoce que está nervioso durante los días anteriores. Veo que tiene las mismas sensaciones que yo antes de una competición.
Como es mi debut con el chip amarillo, la falta de costumbre hace que me lo deje en casa. Menos más que veo a Carlos en el punto de encuentro que ya lo lleva en la zapatilla y vuelvo raudo y veloz a casa a cogerlo.
Llegamos al pueblo con la familia Sánchez.  La primera impresión es que el pueblo de plano no tiene nada. Vamos que no es de la Mancha. Callejeando con el coche hasta el parking, comprobamos que el pueblo en caso de lluvias torrenciales no se inundará. No veo ni una sola calle plana.
Dejamos el coche y nos dirigimos hacía la sala polivalente a recoger los dorsales. Los niños parecen un manojo de nervios. Aunque no se si están más nerviosos ellos o yo. Recogemos los dorsales y los regalos. No hay cursa que se precie sin algún regalito. Roger dorsal 1044 y una bolsa con caldo de pollo Aneto, un buff, un gorro, una agenda y varios caramelos. Mi dorsal el 409, y un cortaviento que está muy bien, además del caldo de pollo Aneto
A las 10 se inicia la cursa de promoción. Salen todos en tropel. El equipo de la célula Junior formado por la Lucia, Enric, Alex y Raúl Sánchez, Albert P., Albert M. y el Roger.



Chute de adrenalina. El Roger consigue finalizar la cursa sin parar. Casi lloro de la emoción. Por lo que disfrutó él y lo que disfruté yo. Finalmente acabó el 30 de su categoría y el 72 de un total de 126 corredores juniors. Muy feliz y contento.
Mención especial para el resto de la Célula Junior. Lucía Campeona en su categoría. Álex Sánchez Medalla de bronce. Albert M. en sexta posición. Raúl décimo y Albert P. delante del Roger, el 29º. Todos muy, pero que muy bien.
Llega la hora de los Seniors. Veteranos directamente. Algunos más que otros. Antes del calentamiento, el café o cortado, según el gusto del consumidor. Debemos calentar bien pues comentan que la dureza de la prueba es a partir de la zona de tierra, al cruzar el puente de piedra. Desde el  km 5 ó 6. Debe ser una buena cuesta, pues comentan que la primera parte por el pueblo es la parte rápida y yo no he visto una sóla calle plana.
Al empezar el calentamiento, veo que estoy más cansado de lo normal. Hay mucha humedad. Me cuesta seguir el calentamiento con Carlos y Pep. En ese momento pensé que pagaría todo el estrés y el cansancio de la semana. Estiramos un poquito, foto y a la línea de salida.

Pistoletazo de salida. Como nos hemos puesto justo al principio me pasan todos como alma que lleva el diablo. La sensación es que voy parado completamente. Miro a derecha e izquierda y me pasa todo el mundo. Pero esto que és, si parecen las rebajas... Entre el calentamiento y la salida, veremos a ver como acabamos la cursa.
Llego al primer Km y 4:20. No me lo creo. Si no hago ni las series a este tiempo!!!!. Lo habré mirado mal. Primera cuesta seria antes de llegar al segundo km. 8:45. Voy preocupantemente rápido. Debo regular, para la parte dura y bajo el ritmo. Al llegar al km 3 me cruzo con Carlos y da la sensación que va como yo. Me concentro y a seguir.


Decido no mirar el corono hasta el km5 y disfrutar de la carrera. La intención es cruzarlo en 25 minutos para mantener mi tiempo. Cruzamos el Pont  y empezamos la zona de tierra. La pista con mucha piedra y algo blanda por las lluvias. Paso la alfombrilla de la mitad de la cursa en 22:38. Más de 2 minutos por debajo de lo previsto. Mi moral sube por la nuves.
Del 5 al 6 vamos por una pista con algo de pendiente y pienso que exagerada que es la gente. Si que hay pendiente, pero no es para tanto. Mantengo el ritmo hasta el km 6,5. Y ese, ese es el punto fatídico. Encaramos una pendiente de tierra, piedras y ramas, que ríete de la subida a la Mola. Recuerdo un episodio de Doraemom, dode sacaba de la butxaca màgica la máquina que transforma las subidas en bajadas. Pero no estaba. Me la había dejado en casa. Entonces en un alarde de versatilidad, me cambio las zapatillas por los pies de gato, saco los mosquetones, la cuerda de escalada, los crampones y los piolets y empiezo la escalada.
Durísima. Hacía tiempo que no sufría tanto, de verdad. No se me estaba dando muy mal o los demás estaban peor que yo, pero durante los primeros 500mts de subida, me encontré bien y empecé a tirar y adelantar a todo el mundo. Parecia a Indurain. Poco a poco las piernas iban diciendo basta. Entonces vi un corredor, de los veteranos, que iba a su ritmo, sin desfallecer. Pensé la experiencia es un grado y me puse a rueda como cualquier vulgar ciclista.
Después de tres pendientes increíbles que parecían que no acababan nunca, corono el Km8 con un tiempo de 38:37. Me parece imposible haber superado este escollo sin pérdida apenas de tiempo. Recupero el aliento hasta el km 9, la parte baja del pueblo. Encaro el último km con más corazón que cabeza, concentrado y a todo lo que me dan las piernas. En la recta final no veo ni a la afición animándome. Por fin cruzo la meta. 48:09 Mejor marca personal (MMP). A 4:49 el km. ¡¡¡FANTÁSTICO!!!



1 comentario:

  1. Ánimo chavales¡¡¡ desde Sevilla se os manda un abrazo y apoyo para que sigais apostando por el running así como por una vida Saludable. Raul Crack¡¡

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